Muchas mamás experimentan una realidad distinta durante su segundo embarazo comparado con el primero. Tal vez sientas que no prestas la misma atención, que las emociones no son tan intensas o que estás más cansada y desganada. Querida mamá, baja la exigencia. Eres otra mujer, en otras circunstancias.
Durante el primer embarazo, puede ser común sentir una emoción y una energía intensas, ya que todo es nuevo y emocionante. Sin embargo, en el segundo embarazo, las circunstancias son diferentes. Ahora tienes más experiencia, pero también más responsabilidades y posiblemente menos tiempo para dedicarte a ti misma. No busques lo que fuiste; permítete descubrir lo que eres ahora y cómo es este nuevo embarazo.
Recuerda que las emociones y experiencias varían. No se siente lo mismo cuando acabas de conocer a tu pareja que cuando llevas 15 años con ella, y no por eso es peor. Simplemente, no esperamos encontrar lo mismo al principio que después de haber compartido y construido juntos durante 15 años. Lo mismo ocurre con los embarazos. No busques sentir lo que una vez sentiste; permítete sentir y acoger lo que ahora es.
Si tienes otro peque y se llevan poquito tiempo, ubícate y contextualízate: Quizá ahora el ritmo del día a día te permite parar menos y dedicar menos atención. Por ello, es importante ir generando espacios, aunque sean pequeño. Por ejemplo, hazte alguna foto, involucra a tu hijo o hija en el crecimiento del bebé y realizad actividades relacionadas con el embarazo en común. Podéis pintar la barriga, contarle cuentos al bebé que está dentro de la barriga, dar masajes o hacer cosquillitas en la barriga de mamá. Estos espacios no aparecerán solos pero los puedes ir generando tú, según tus necesidades y prioridades. Escucharte, es lo más importante ante todo.
Es normal que surjan sentimientos de fusión con tu peque, que ahora se convertirá en hermano o hermana. Con ello pueden venir dudas e incertidumbres sobre cómo serán los tiempos y las dinámicas familiares a partir de ahora. Tranquila, es normal. Puedes ir generando ese espacio desde el embarazo. Sé consciente de tus sentimientos y emociones, y colócalos donde correspondan. Este es un buen momento para reflexionar y prepararte para la nueva etapa que estás por vivir.
A menudo, la exigencia que te impones es más que la realidad. Tu realidad ahora es otra, eso es cierto, pero puedes construir mucho a partir de ella. Permítete buscar acompañamiento si lo necesitas. No todo tienes que hacerlo sola, ni tienes por qué saberlo todo de base.
En esta etapa, el autoconocimiento y la adaptación son esenciales. Baja la exigencia, permítete ser humana y reconócete en tu nuevo rol. Cada embarazo es una nueva oportunidad para descubrir y abrazar tu propia evolución como madre y como mujer.
Permítete sentir, crecer y adaptarte. Tú y tu familia lo están haciendo genial. Si necesitas apoyo, no dudes en buscarlo. No estás sola en este viaje.